El misterio de la muerte de la civilización maya: lo que los científicos han descubierto en el Big Blue Hole

La vista de este objeto natural desde una altura de vuelo es simplemente increíble, y Jacques-Yves Cousteau llamó al Big Blue Hole uno de los mejores lugares para bucear. Un embudo redondo perfectamente liso en medio de los océanos parece una entrada a un mundo paralelo. El color más oscuro del agua en comparación con la superficie circundante del océano demuestra elocuentemente la colosal profundidad del Big Blue Hole, que atrae a buzos y viajeros de todo el planeta.

El gran agujero azul y el atolón que lo rodea se encuentran en el territorio del estado de Belice, en el Mar Caribe. Un fenómeno natural es parte de las islas llamadas Lighthouse Reef, que está a 70 km de la costa. Tiene un diámetro de 300 metros, y la profundidad de este embudo es de 124 metros.

Según los investigadores, hace unos 150,000 años, esta región estaba ubicada en tierra, y el agujero en sí estaba lleno de rocas de carbonato blando: yeso, piedra caliza y dolomita. Posteriormente, el nivel del mar subió y la región se inundó de aguas marinas. La erosión hídrica hizo su trabajo y se formó un embudo kárstico, uno de los más grandes del planeta.

Curiosamente, el Big Blue Hole tiene nichos laterales, es decir, sus paredes no son estrictamente verticales.

Pero el Big Blue Hole no es solo un lugar tentador para bucear y observar animales marinos. Un estudio de este sitio natural único ha ayudado a los científicos a descubrir el misterio del declive de la civilización maya. Los investigadores han sugerido previamente que una sequía prolongada probablemente fue la causa del declive de una gran civilización en la vecina península de Yucatán. Las muestras de sedimento del fondo confirmaron esta versión. El hecho es que, dependiendo de la cantidad de precipitación, cambia la proporción de titanio y aluminio en los sedimentos del fondo del mar adyacente. La precipitación intensiva erosiona activamente la capa del suelo y elimina las sustancias minerales de la tierra. Con base en el análisis de estas precipitaciones, se concluyó que entre 800 y 1000 años se observaron a menudo sequías en el territorio de la Península de Yucatán, y que la cantidad total de precipitación estuvo por debajo de la norma climática de ese período.

La civilización maya, como todos los demás estados agrarios del mundo antiguo, dependía completamente de condiciones ambientales favorables. En el caso de un fracaso perenne de los cultivos, la civilización estaba al borde de la extinción. Esto es exactamente lo que sucedió con el estado maya en la península de Yucatán: la cultura sobresaliente de Estados Unidos ha disminuido debido a la falta de humedad.

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