Más de 2000 vidas: una tragedia sobre la cual el liderazgo de la URSS guardó silencio

Todos escucharon sobre el mortal tsunami en Japón, Indonesia y Filipinas, pero pocas personas saben que nuestro país también fue víctima de este desastre natural. El 5 de noviembre de 1952, ocurrió un severo terremoto cerca de las Islas Kuriles, que resultó en tsunamis con olas de 18 metros.

Todo el golpe de los elementos fue tomado por la ciudad de Severo-Kurilsk, ubicada en la isla de Paramushir. Hasta 1952, la mayor parte de la ciudad estaba ubicada directamente en la costa, en un valle natural. Desafortunadamente, los tsunamis en estas partes no son infrecuentes, pero la ciudad resultó no estar preparada para elementos de esta magnitud. Además, en ese momento no había información confiable sobre qué era un tsunami y cómo comportarse adecuadamente en tales casos.

Primero, la primera ola golpeó a Severo-Kurilsk, cuya altura, según los expertos, alcanzó los 15-18 metros. Esto sucedió a las 5 am hora local. La gente salió corriendo de sus hogares en pánico, y muchos lograron salir a una colina. Pero no sabían que en ningún caso se debería regresar después de que la ola retroceda en el mar. Después de la primera ola, siempre viene la segunda, más destructiva, y después la tercera.

Los habitantes descendentes fueron cubiertos por la segunda ola, que llegó 20-30 minutos después. Según los expertos, esto es precisamente lo que causó una gran cantidad de víctimas. Según las cifras oficiales, en ese terrible día de noviembre, la ciudad de Severo-Kurilsk perdió a 2.300 personas. En total, alrededor de 6,000 personas vivían en la ciudad en ese momento. El ejército participó en las secuelas del tsunami. El mismo día, Petropavlovsk-Kamchatsky entregó ropa de abrigo, se brindó atención médica y se organizaron comidas.

La infraestructura de la ciudad fue completamente destruida. Se decidió no restaurar las empresas de procesamiento de pescado, el puerto deportivo, los edificios residenciales, las instalaciones sociales y el campamento militar. El daño fue demasiado grande. La ciudad fue reconstruida, y en el lugar donde se encontraba hoy Severo-Kurilsk se encuentra el puerto. Este terrible evento fue clasificado, no escribieron sobre él en los periódicos y no lo transmitieron por radio. Comenzaron a hablar abiertamente sobre la tragedia de Severo-Kurilsk solo en los años 90.

Después del horror, los líderes del país pensaron en crear un sistema confiable de advertencia de terremotos y tsunamis. Esto se refería principalmente a la región del Pacífico. Las islas Kuriles, la península de Kamchatka, la isla Sakhalin, todas pertenecen al territorio del Anillo de Fuego del Pacífico. Este es el nombre de la región ubicada en la periferia del Océano Pacífico y se caracteriza por una mayor actividad sísmica. Se trata de placas litosféricas, en los bordes de los cuales ocurren regularmente terremotos. La placa del Pacífico en este sentido es una de las más activas del planeta, y sus fronteras incluso se destacan en una zona especial llamada geofísicos por el Anillo de Fuego del Pacífico.

Han pasado más de 60 años desde el desastre en Severo-Kurilsk. Hoy, alrededor de 2500 personas viven aquí, principalmente en la industria pesquera. La ciudad fue reconstruida, y solo el monumento de la memoria no olvida ese terrible día.

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