Guerra perdida: cómo el ejército australiano luchó contra las avestruces

Este es quizás el único caso en la historia cuando partes del ejército regular de un estado lucharon contra los animales. Las batallas se libraron de acuerdo con todas las reglas de la guerra, utilizando inteligencia y armas pesadas. Era el ejército australiano, y las avestruces eran el enemigo.

Cuando los colonos exploraron activamente las vastas extensiones de Australia, ni siquiera podían imaginar que las aves pudieran obstaculizar sus planes para el desarrollo de la agricultura. El rápido desarrollo de la agricultura tuvo lugar a principios del siglo XX, después del final de la Primera Guerra Mundial. En ese momento, una gran cantidad de soldados retirados de Gran Bretaña se trasladaron a Australia, quienes, junto con los agricultores locales, comenzaron a abrirse activamente para cultivar granos en el oeste de Australia. El principal cultivo en la zona fue el trigo.

Los problemas afectaron a los agricultores a principios de los años 30, durante la Gran Depresión, la crisis económica que afectó a Australia. El gobierno prometió subsidios a los agricultores, así como comprar trigo a buen precio. Con la esperanza de esto, los agricultores aumentaron el área de cultivos y esperaban obtener una buena cosecha. Pero las avestruces de la UEM intervinieron.

Estas grandes aves no voladoras, que viven en abundancia en el continente, migran anualmente desde el interior del continente a las costas. En su camino, se encontraron con numerosos campos de trigo maduro. La alegría de las avestruces no tenía límites: la abundancia de alimentos y la disponibilidad de recursos hídricos convirtieron los campos de cultivo en un paraíso para vivir.

Según los expertos, alrededor de 20,000 avestruces de la UEM migraron a la región. Los agricultores estaban desesperados cuando las medidas tradicionales para ahuyentar a las aves no producían el efecto deseado. Las avestruces no se fueron por mucho tiempo, pero luego regresaron nuevamente. En la actual situación desastrosa de 1932, los granjeros recurrieron al ejército australiano en busca de ayuda.

En la operación para rescatar a los granjeros de aves voraces, participó un destacamento de soldados armados con ametralladoras, bajo el mando del comandante Meredith. La prensa llamó a este evento "la guerra con el emú", y el majestuoso comandante de la operación afianzó un puesto humorístico como "ministro de defensa contra el emú". Sin embargo, fue una operación real para destruir a los enemigos de los agricultores, aunque no tuvo mucho éxito. El hecho es que había muchas avestruces, y para su destrucción efectiva se requerían muchos más recursos. Además, las aves se trasladaron rápidamente a otros campos y el "ejército" simplemente no tuvo tiempo para ellas. Estas batallas, aunque condujeron a la muerte de varios cientos de aves, en general mostraron la impotencia completa del hombre.

En años posteriores, los agricultores recurrieron repetidamente a los militares en busca de ayuda, pero fueron rechazados. En lugar de ayuda, se les ofreció luchar contra las aves molestas, por lo que tenían derecho a una remuneración del tesoro estatal. Estas medidas dieron mejores resultados que la participación de un destacamento militar en la batalla con el emú.

Deja Tu Comentario