La musa rusa de Einstein: una historia de amor secreta del gran físico e inteligencia soviética

No tenemos que hablar sobre quién es Albert Einstein y sobre los grandiosos descubrimientos que hizo, porque todos conocen los logros del brillante físico. Pero su vida personal está llena de sorpresas y secretos. En 1998, aparecieron muchas cosas en Sotheby's, causando una tormenta de discusión. Estas fueron cartas de amor de Einstein a Margarita Konenkova, inteligencia soviética y esposa del gran escultor Cepgey Timofeevich Konenkov. Según las cartas, era bastante obvio que el científico estaba asociado no solo con la amistad con esta mujer.

Cuando Sergey Konenkov se casó con Margarita, su diferencia de edad era de 21 años. Después de la boda, los recién casados ​​pronto dejaron la URSS a Nueva York en una exposición de arte ruso, pero se retrasaron en los Estados Unidos durante 22 años. Allí tuvo lugar el fatídico encuentro de Einstein con la esposa del famoso escultor.

En 1935, un físico de 56 años apareció en el estudio de Konenkov para comenzar a posar para su retrato escultórico, encargado por la Universidad de Princeton. Margarita tenía 39 años en ese momento. En su diario, escribió que el famoso científico siempre hablaba con entusiasmo sobre la teoría de la relatividad, pero era evidente que su atención lo estaba halagando.

Pronto, la pareja comenzó a pasar mucho tiempo juntos, y para que Sergei Timofeevich no sospechara nada, Einstein una vez incluso le envió un mensaje sobre la enfermedad de Margarita, en el que especificó que los médicos supuestamente recomendaron que pasara el mayor tiempo posible en el lago Saranak, donde tenía una cabaña. .

Hablando de la propia Margarita Konenkova, vale la pena señalar que tuvo una tarea difícil: convertirse en informante. Como en esos años Estados Unidos estaba trabajando activamente en la creación de una bomba nuclear, el gran físico simplemente no podía tener cierta información sobre este tema. Por el bien de su amada, al darse cuenta de que podría enfrentar el castigo por no cumplir con la tarea, Einstein acordó reunirse con el Cónsul Adjunto de la URSS en América. Y de nuevo, por amor, Konenkova ayudó a liberarse posteriormente del arresto del FBI.

Pero, a pesar de todo, la felicidad de los amantes secretos no duró mucho, en 1945 la pareja Konenkov recibió la orden de regresar a su tierra natal. Entonces, con la partida de Margarita en la URSS, la historia romántica del explorador y el físico brillante terminó.

Deja Tu Comentario