Sanguijuelas, jarras y una campana: cómo aprendieron el pronóstico del tiempo exacto en el siglo XIX

Hoy no hay ningún problema particular con el pronóstico de tormentas, tormentas y otras desviaciones climáticas: todo el planeta está cubierto por una red de estaciones meteorológicas que recopilan información meteorológica a diario. Pero en el siglo anterior al pasado, los marineros y armadores tenían una gran necesidad de algún tipo de dispositivo que pudiera predecir el cambio en el clima para peor. Los principales ingenieros y científicos lucharon para resolver este problema, y ​​se encontró. El dispositivo se llamaba "Predictor de tormenta" con sanguijuelas, y realmente había sanguijuelas que se adaptaban bien al papel de los predictores.

Un dispositivo muy original, escrito por el médico George Merriweather, se presentó en la Feria Mundial de 1851 en Londres. Los principales elementos del predictor de tormentas fueron 12 botellas pequeñas de vidrio (un poco más de medio litro) de agua con sanguijuelas. Antes de que se acercara el clima tormentoso, las sanguijuelas estaban ansiosas, sintiendo el aumento del voltaje electromagnético en el aire, e intentaron salir. Debido al movimiento de las sanguijuelas, los hilos a partir de las botellas comenzaron a temblar, lo que causó el sonido de las campanas ubicadas arriba. Por la intensidad del sonido, se determinó la fuerza de la tormenta inminente. El propio Dr. Merriweather llamó a su invento "Telégrafo electromagnético atmosférico, impulsado por el instinto animal".

Las sanguijuelas resultaron ser excelentes predictores, y la efectividad de este método ha sido probada por experimentos científicos. Pero, a pesar de la alta confiabilidad de los pronósticos y la facilidad de fabricación, este dispositivo único no ha encontrado una amplia aplicación. Hubo varios pedidos de versiones caseras del dispositivo, pero los marineros lo consideraron demasiado engorroso y prefirieron otra opción: la clase de tormenta Fitzroy. Este competidor de las sanguijuelas del Dr. Merriweather consistía en un matraz lleno de una solución alcohólica de alcanfor, amoníaco y nitrato de potasio. Por cierto, la mayoría de los experimentos modernos no confirman la efectividad de este predictor de tormenta, que por alguna razón se consideró más efectivo que el predictor de tormentas de sanguijuela, pero la historia ya no se puede cambiar.

Actualmente, dos copias del instrumento del Dr. Merriweather, capaces de predecir el enfoque de la tormenta, se encuentran en museos del Reino Unido: el Museo Whitby y el Museo de Meteorología de Devon.

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