Funiculares para el agua: una solución ingeniosa para los problemas de transporte en las ciudades europeas

A mediados del siglo XIX, cuando aparecieron por primera vez, los funiculares eran un tipo de transporte urbano muy progresivo. Los pequeños remolques de teleféricos fueron diseñados para resolver los problemas de los residentes de grandes ciudades con terreno montañoso complejo y desarrollo urbano denso. Hoy en día, se trata más de un patrimonio histórico que atrae la atención de los turistas, aunque en algunas ciudades de todo el mundo los funiculares tienen un aspecto muy moderno y aún juegan un papel importante en el transporte. Entre los funiculares, hay una variedad de agua de este transporte, cuyo trabajo es muy curioso.

Los funiculares tradicionales usan motores para mover a los pasajeros a lo largo del riel. Muy a menudo, hay dos autos en la línea, que están conectados por una cuerda y se mueven debido al funcionamiento del motor, así como a las diferencias de peso entre ellos. Una característica de estos remolques pequeños es que están diseñados específicamente para una pista en particular, ya que el ángulo de inclinación de la superficie en cada ubicación de la línea es diferente.

Esquema de trabajo funicular

Los funiculares de agua están dispuestos de una manera ligeramente diferente y pueden funcionar sin motores eléctricos. Como fuerza motriz, utilizan la diferencia de peso entre los vagones superior e inferior, que se logra utilizando agua de lastre. Este esquema simple y al mismo tiempo ingenioso fue propuesto por el ingeniero suizo Nicklaus Riggenbach. Ambos autos, que, como en el esquema tradicional, están conectados entre sí por un cable, tienen un tanque de agua. El vagón ubicado en la parte superior se llena de agua, se vuelve más pesado que el inferior y comienza a moverse hacia abajo. Al mismo tiempo, el carro inferior comienza a elevarse, cuyos tanques están vacíos y no crean exceso de peso. La decisión sobre cuánta agua recolectar en cada vuelo se tomó en función del número de pasajeros.

Funicular de agua en Braga, Portugal

Las ventajas de los funiculares de agua son que no hay necesidad de desperdiciar electricidad. Al mismo tiempo, se requiere una cantidad suficiente de agua, que se vierte en cada vuelo y se drena. Podría ser un sistema cerrado, o el agua se volvía a verter cada vez, y se usaban aguas residuales innecesarias como relleno.

Funicular de agua en Folkestone, Reino Unido

Pero junto con las ventajas del funicular acuático, hubo un inconveniente significativo, que finalmente llevó al hecho de que este tipo de transporte casi desapareció. El agua en los tanques se congeló a bajas temperaturas, por lo que en invierno era imposible usarlos. A pesar de esto, en Europa todavía hay varios funiculares de agua, la mayoría de los cuales se encuentran en las ciudades de Gran Bretaña.

Funicular de agua en Friburgo, Suiza

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