Detective en una galería de arte: cómo se exponen las pinturas falsas de grandes maestros

Cualquier museo de arte serio o poseedor de una colección de obras de arte está interesado en el hecho de que en su preciosa colección solo hay obras genuinas de maestros reconocidos. Pero, por desgracia, la mayor demanda de pinturas valiosas crea un gran deseo de falsificarlas. Por esta razón, así como debido a varias circunstancias no relacionadas con la falsificación deliberada de pinturas, los empleados de laboratorios científicos involucrados en la autenticación de pinturas se convierten en testigos de revelaciones ruidosas. ¿Cómo logran establecer la autenticidad de las pinturas y exponer a los aventureros?

Para empezar, la falta de una lista precisa de las obras de este o aquel artista deja un vacío para los autores de falsificaciones, que a menudo pasan sus creaciones como obras previamente desconocidas de Van Gogh o Aivazovsky. El largo tiempo transcurrido desde el momento de escribir la imagen es otra circunstancia beneficiosa para los estafadores. Durante 10, 20 o 30 años, la pintura podría llevarse a otro país, perderse, donarse o venderse en una subasta a un coleccionista que deseara permanecer en el anonimato. Esto, a su vez, da lugar a muchos "hallazgos aleatorios felices", con los que los expertos tienen que lidiar.

Inspección visual y microscopio.

Tan pronto como la imagen cae para su examen, el especialista primero la examina, y ya en esta etapa, los profesionales pueden identificar falsificaciones obvias. Mediante una inspección visual, puede encontrar una discrepancia en la firma profesional o una forma inusual de aplicar pintura. El microscopio, a su vez, ayuda a los científicos a identificar fallas falsas, como aplicar pintura fresca a una pintura agrietada, craquelado, lo que indica que la pintura fue escrita mucho antes de que el "gran artista" dejara un autógrafo.

Luz ultravioleta

Usando rayos ultravioleta, puede ver el lienzo con una luz completamente diferente y descubrir muchas cosas interesantes o, por el contrario, no encontrar lo que debería estar allí. Por ejemplo, algunos artesanos hicieron un boceto preliminar con un lápiz antes de aplicar la pintura. Conociendo esta característica, es posible detectar rastros de grafito usando una cámara infrarroja y sacar conclusiones sobre la autenticidad del trabajo. Por ejemplo, de esta manera fue posible detectar falsificaciones de las obras de Aivazovsky, quien siempre marcó el lienzo con un lápiz.

Rayos X

Usando rayos X, también puede ver lo que está oculto al ojo humano. Por ejemplo, un retengenograma le permite rastrear la secuencia de aplicación y otras características de las capas de pintura, que se comparan con otras obras del artista estudiado, cuya autenticidad está fuera de toda duda. Y a veces este método le permite identificar la presencia de otras pinturas o partes del lienzo original que no son características para el período de trabajo del artista.

Análisis químico y espectroscopía.

Si los métodos anteriores no revelaron nada sospechoso, pero las dudas sobre la autenticidad aún permanecían, entonces pueden ser disipadas por análisis químico. La composición de la pintura utilizada por los artistas cambió según la época y el país de residencia del maestro. Por lo tanto, al comparar la composición de colores con las obras originales del autor en el mismo período de tiempo, puede averiguar dónde y cuándo se pintó la pintura. La espectroscopía también revela la composición química de la pintura, pero sin un porcentaje detallado de los ingredientes, aunque esto es suficiente en muchos casos.

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