Los hocicos sensibles ayudaron a los dinosaurios a comer bien

Estudios recientes han demostrado que las caras de los dinosaurios eran mucho más sensibles de lo que se pensaba. Con su ayuda, comieron cuidadosamente, cuidaron durante los juegos de cortejo y comprobaron la temperatura ambiente. En esto son similares a sus descendientes: pájaros y cocodrilos.

Nervio Raptor

El descubrimiento de los científicos fue impulsado por el estudio del cráneo del Neovenator salerii, un gran dinosaurio terrestre carnívoro que se encuentra en la Isla de Wight. Los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas en la cabeza generalmente no dejan rastros en los fósiles. Pero con la ayuda de los modernos métodos de visualización de rayos X y 3D, pudieron "mirar" dentro de su cabeza y descubrieron que el dinosaurio tenía una superficie muy sensible del hocico.

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En la foto: Neovenator salerii

El canal neurovascular del lagarto está muy ramificado más cerca de la punta de la nariz, y hay ramas del nervio trigémino grande, que son responsables de las sensaciones en la cara y los vasos sanguíneos conectados. Anteriormente se creía que esta es una característica exclusiva de los dinosaurios acuáticos.

Por ejemplo, hoy, los receptores de presión en la piel de los cocodrilos les ayudan a cazar en aguas turbulentas. Pero nada en el dinosaurio, que vivió hace 125 millones de años, no significa que le encantara pescar. Por lo tanto, los científicos comenzaron a buscar otras funciones útiles que la piel sensible de la nariz puede darle al lagarto gigante.

En la foto: el supuesto sistema nervioso frente al Neovenator salerii

Jack de todos los oficios

Con un instrumento táctil tan poderoso, el Neovenator podría recibir una variedad de información relacionada con la presión y la temperatura. Esta es una habilidad útil para una amplia variedad de actividades: por ejemplo, podrían frotarse la cara durante el cortejo. Los descendientes modernos de dinosaurios (aves) con sus picos miden la temperatura de los nidos. Y los cocodrilos, por ejemplo, pueden llevar cachorros en sus terribles mandíbulas sin el menor daño a estos últimos.

También se sabe sobre el Neovenator que comieron con mucho cuidado: el desgaste de los dientes en el cráneo muestra que el dinosaurio identificó el hueso de la carne sin tocarlo. Para tal precisión de joyería, una cara sensible probablemente sería útil.

El descubrimiento demuestra una vez más lo poco que la gente aún sabe acerca de los lagartos gigantes que poseían la Tierra mucho antes. Pero la tecnología moderna todos los días nos acerca a una solución.

Mira el video: Hunting for dinosaurs showed me our place in the universe. Kenneth Lacovara (Abril 2024).

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