Un avión no tripulado halcón asusta a las aves lejos del aeropuerto canadiense

Las aves representan una seria amenaza para los aviones. Uno de los ejemplos recientes más conocidos es el caso de Airbus, que, debido a las aves que volaron en los motores, tuvo que plantarse en el río Hudson. Esta historia terminó bien y se convirtió en la base de la película con Tom Hanks. Pero esa suerte es una en un millón, y no se puede poner un piloto al timón de cada avión al nivel de un piloto de Chesley Sallenberger. El Aeropuerto Internacional de Edmonton en Canadá recientemente comenzó a usar un halcón en forma de halcón, que ahuyenta a las gaviotas, gansos y estorninos.

Problema con alas

Debido a la intervención de la vida silvestre, de 1988 a 2015, más de 247 aviones fueron destruidos en el mundo y 262 personas murieron. Por ejemplo, en 2015, se produjeron 13.795 incidentes de este tipo y, en el 96% de los casos, los culpables fueron las aves. Las aerolíneas pierden cientos de millones de dólares en reparaciones cada año debido a las ventanas de la cabina, los guardabarros y los motores dañados.

Para lidiar con este problema, use diferentes tácticas. Muchos aviones tienen sistemas de iluminación para detectar aves. Los aeropuertos asustan a las aves disparando con pistolas de propano, los perros, además, llenan los estanques cercanos con bolas flotantes para interferir con las aves acuáticas. Algunos hacen que el vecindario sea menos atractivo para las aves: por ejemplo, cortan hierba o usan semillas de hierba mezcladas con hongos que las aves y los insectos encuentran no comestibles.

Pero las aves se adaptan rápidamente a los cambios y se acostumbran a métodos de miedo que no amenazan sus vidas.

Drone Falcon

Finalmente, Clear Flight Solutions le ofreció al aeropuerto de Edmonton un avión no tripulado en forma de halcón: Robird. Pesa solo 700 gramos, incluida una batería que dura aproximadamente 15 minutos de vuelo. Como un verdadero halcón, Robird agita sus alas para permanecer en el aire. Esto le da credibilidad y asusta a las aves aún más.

De acuerdo con la ley canadiense, dos pilotos deben controlar el helicóptero: uno controla el dron usando un controlador de mano y el otro monitorea el espacio aéreo y escucha la transmisión del control de tráfico aéreo. El alcance operativo de los drones es de 2 kilómetros, pero debido a las regulaciones del aeropuerto, Robird debe permanecer visible para ambos pilotos en todo momento.

Un programa de computadora permite a los operadores establecer límites de vuelo con un ancho y una altura específicos. Si por algún motivo el avión no tripulado vuela al extranjero, el programa apaga automáticamente el controlador, coloca el avión no tripulado en piloto automático y lo devuelve al espacio aéreo aprobado.

Anteriormente, Robird se usaba para expulsar aves de los campos de arándanos y vertederos, para interferir con su anidación en plataformas de petróleo y gas en alta mar, así como en contenedores de carga cerca de puertos marítimos. Pero en el aeropuerto sigue siendo el "primer trago".

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