El satélite destruido podría causar contaminación radiactiva de Rusia y Europa

Las concentraciones excesivas del isótopo radiactivo rutenio-106 en el aire atmosférico se registraron en el otoño de 2017 en Rusia, así como en algunos países europeos.

En los Urales del Sur, a partir del 25 de septiembre y durante toda la semana, los empleados de Roshydromet observaron un exceso de actividad beta total en muestras de aerosoles radiactivos y efectos colaterales. Al mismo tiempo, la concentración total permaneció dentro de los límites normales y no excedió los valores seguros para la salud. Unos días más tarde, se observó un aumento en el fondo radiactivo en el territorio de las regiones de Tatarstán, Volgogrado y Rostov.

Junto con Rusia, algunos países europeos informaron sus observaciones. Desde el 29 de septiembre, se han registrado excesos de rutenio-106 en Italia, Polonia, Rumania y otros países. Según algunos informes, en Rumania, las concentraciones de isótopos fueron 1.5-2 veces más altas que en Rusia. Además, en los países europeos, las concentraciones también se mantuvieron dentro del rango normal y no amenazaron la salud de la población.

El rutenio-106 es un isótopo radiactivo de rutenio, que no existe en la naturaleza, solo se puede obtener en condiciones industriales o de laboratorio. Este es un isótopo inestable, cuya vida media (destrucción) es de 373 días. Se utiliza en medicina, energía, así como en balizas de navegación marina o en la fabricación de pequeños satélites artificiales de la Tierra. Por lo tanto, la aparición de rutenio en la atmósfera solo puede asociarse con actividades humanas.

Los motivos de este aumento quedaron perplejos de inmediato por especialistas de muchos países. Se realizaron inspecciones en la conocida empresa Ural NPO Mayak, que no reveló ninguna violación de los procesos tecnológicos y fugas de sustancias radiactivas.

Algunos expertos han sugerido que la causa del exceso registrado podría ser un satélite artificial de la Tierra destruido en la atmósfera superior, que se utilizó para producir rutenio-106. Dada la gran cantidad de desechos espaciales que orbitan nuestro planeta, esta suposición parece bastante lógica. Aunque aquellos que no están de acuerdo con esta versión citan el argumento de que todos los satélites espaciales, incluso fuera de servicio, están sujetos a una estricta contabilidad, y tal desaparición se conocería de inmediato. Varios expertos señalan que, en caso de destrucción de, por ejemplo, un satélite de reconocimiento u otra aeronave que realice tales actividades, el propietario de la pérdida no anunciaría este evento.

Sea como fuere, la investigación de este incidente aún está en curso, y numerosos expertos prometen resolver este asunto.

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