Se construyó una presa en India y la vida de las personas se convirtió en un infierno.

La historia conoce muchos ejemplos cuando la construcción de embalses grandiosos o instalaciones industriales provocó fuertes terremotos de 5-6 puntos. Pero cuando los ingenieros y constructores comenzaron a erigir la presa Koyna en el oeste de la India, en una región sísmicamente tranquila, ni siquiera imaginaron lo que sería una gran construcción.

La presa Kojna fue construida en el río del mismo nombre en 1962 en el estado de Maharashtra, en el oeste del país. Se suponía que el embalse resultante abastecería de agua a la creciente ciudad de Mumbai (Bombay), con una población multimillonaria. La presa fue construida de piedra triturada y hormigón, tiene una altura de 85 metros y una longitud de unos 800 metros.

Antes de la construcción de la presa Coyne, esta región de la India no causó ninguna preocupación geológica por parte de los sismólogos. La placa india es una placa continental antigua, que no se caracteriza por terremotos. Por lo tanto, el poderoso terremoto de 6,3 puntos en la escala de Richter que ocurrió en diciembre de 1967 fue una completa sorpresa para todos.

Pocos años después de llenar el depósito, la presión de volúmenes colosales de agua llevó a las rocas a un estado de estrés. El resultado fue un terremoto inducido, que fue provocado por un impacto antropogénico. Afortunadamente, la presa misma resistió el terremoto, pero como resultado de este evento murieron 177 personas y más de 2,000 resultaron heridas.

Después del incidente, la presa fue equipada con equipos de alta precisión que monitorean su estado. Pero en el terremoto de 1967, las desgracias de los lugareños no terminaron. Durante los 50 años transcurridos desde que se llenó el embalse, se produjeron más de 20 terremotos en el área de la Presa Koyna, cuya fuerza superó los 5 puntos en la escala de Richter. Además, aquí se producen pequeñas vibraciones sísmicas, de las cuales ya hay varios miles.

En relación con la construcción de la presa Koyna y las consecuencias que han surgido, el oeste de la India se ha convertido en una especie de laboratorio de investigación para científicos. Los geofísicos han cubierto esta área con una densa red de estaciones sísmicas que siguen los cambios en la corteza terrestre. Se presta especial atención a la condición de la presa, ya que en el contexto de los terremotos en curso, la presa está sujeta a un impacto no planificado, lo que lleva a la deformación de la estructura. Además de los temblores, el estado de la presa también se ve afectado por un cambio en el nivel del embalse: durante la carga máxima y durante una disminución en el nivel del agua en el río.

Con base en los estudios que utilizan la tecnología GPS, fue posible establecer que la presa sufre deformación principalmente debido a las diferencias en el nivel del agua en el embalse en diferentes estaciones del año. El mismo factor, según algunos expertos, puede provocar terremotos en curso. A pesar de la densa red de estaciones de monitoreo y equipos de alta precisión, los científicos aún no han podido comprender completamente los mecanismos de oscilación de la corteza terrestre en la región de la presa Koyna.

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